Entre promesas eléctricas y realidades pendientes: el liderazgo de Volvo en un mercado que apenas despierta

El transporte de carga pesada vive una transformación que avanza con más cautela que vértigo. En ese escenario, Volvo Trucks mantiene una posición firme: es el fabricante con más camiones eléctricos registrados tanto en Europa como en Norteamérica. Pero una cosa es liderar, y otra muy distinta, haber llegado.
Liderazgo en un mercado chico… pero que crece
Con un 47% del total de camiones eléctricos pesados vendidos en Europa durante 2024 y más del 40% en Norteamérica, Volvo se queda con la mayor parte de un pastel que aún es pequeño. Para dimensionarlo: solo el 1.3% de los camiones pesados que circulan hoy en Europa son eléctricos.
La marca sueca ha entregado más de 4,800 unidades eléctricas desde que arrancó la producción en 2019. Y aunque el ritmo va en aumento —casi 2,000 unidades en Europa solo en 2024—, el verdadero desafío no está en las fábricas, sino en las calles.
Más kilómetros, más experiencia
Volvo ya suma más de 140 millones de kilómetros recorridos con sus camiones eléctricos operando en condiciones reales. Esa cifra, más allá del marketing, es una fuente invaluable de información: le permite a la marca ajustar, anticipar problemas y evolucionar en tiempo real.
Actualmente ofrece ocho modelos eléctricos para diferentes segmentos, desde reparto urbano hasta construcción ligera. Y ya anticipa su próxima generación, que promete hasta 600 km de autonomía con una sola carga.
Las cuentas que no cierran: infraestructura y realidad
Si Europa quiere poner 400,000 camiones eléctricos en circulación para 2030, necesitará al menos 40,000 cargadores rápidos operando en puntos estratégicos. Hoy está lejos de esa meta. Y mientras la red eléctrica no esté lista, el crecimiento seguirá siendo parcial.
Los fabricantes ya pusieron sus cartas sobre la mesa. Ahora toca que gobiernos, operadores de red y empresas de transporte se alineen en una transición que no se resuelve solo con tecnología. Se necesita infraestructura, reglas claras, incentivos y algo que escasea: voluntad política.
¿Liderazgo? Sí. ¿Solución? Aún no.
Volvo puede presumir cifras, experiencia y modelos listos para trabajar. Pero ni ellos, ni ningún otro fabricante, podrá cambiar el panorama por sí solo. El futuro eléctrico del transporte no depende únicamente de quién vende más, sino de cómo se construyen las condiciones para que más transportistas puedan sumarse al cambio sin hipotecar su negocio.

Imágenes: Volvo Trucks