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Menos humo, más cabeza: así se adapta Cummins al 2027

Lo que viene debajo del escape: cómo Cummins adapta sus sistemas al nuevo control de emisiones

El ruido de la transición energética suele concentrarse en motores eléctricos y combustibles alternativos. Pero lejos del protagonismo, hay otra revolución que avanza justo donde termina la combustión: en los sistemas de postratamiento de emisiones.

Cummins, con más de 100 años de experiencia en motores, ajusta sus tecnologías para cumplir con lo que exigen las nuevas regulaciones medioambientales de Estados Unidos y Europa. La meta no es menor: reducir NOx y partículassin comprometer desempeño, durabilidad ni costos operativos.


Más allá del catalizador

Cuando hablamos de postratamiento, muchos piensan solo en filtros DPF o sistemas SCR. Pero en el desarrollo más reciente de Cummins, el enfoque va mucho más allá. La idea es integrar sensores, control térmico, catalizadores y software en una solución que trabaje como un sistema completo, no como piezas aisladas.

Este tipo de integración es clave para cumplir con normativas como las de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) para 2027 y las cada vez más estrictas disposiciones europeas.


Tecnología sin concesiones

Cummins está desarrollando soluciones que no solo bajen emisiones, sino que lo hagan sin penalizar consumo, potencia o mantenimiento. Para lograrlo, combina:

  • Gestión térmica inteligente para alcanzar y mantener temperaturas óptimas.
  • Rediseño del flujo de gases para maximizar la eficiencia catalítica.
  • Electrónica avanzada que permite diagnósticos más precisos y alertas preventivas.

El sistema también permite actualizaciones OTA (over the air), lo que facilita la adaptación a nuevas calibraciones sin detener las operaciones.


La regulación empuja, la industria responde

La presión para reducir emisiones no va a disminuir. Con plazos concretos en el horizonte —como los límites propuestos para 2027 en Norteamérica y las metas de neutralidad climática en Europa para 2035—, los fabricantes deben actuar ya.

Cummins reconoce que esta carrera no es solo tecnológica: también es económica y política. Y su estrategia apunta a ofrecer productos que estén listos para cumplir hoy, pero también puedan ajustarse mañana.


¿Qué significa esto para el transportista?

A corto plazo, camiones más limpios y con monitoreo más detallado. A mediano plazo, una menor exposición a penalizaciones regulatorias. Y a largo plazo, un puente entre el diésel tradicional y nuevas formas de energía que aún están madurando.

Cummins apuesta a que su experiencia en sistemas de postratamiento será una de sus mayores ventajas competitivas en la era de las bajas emisiones.